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Malvinas: No es la placa, son las manos

La placa homenaje por la defensa de la soberanía en Malvinas y Miguel Rivero se reunieron 37 años luego de su emisión en 1984.

El Veterano de Guerra Alfredo Rivero y su medalla. 1

No es la placa, son las manos. No es el tiempo, es la historia. No es en la repisa, es en el corazón. Si Rivero hubiera recibido la placa hace 37años, hoy no contaríamos ésta historia, que incluyó a Guillermo Ramos, Fabián Sarmiento, Oscar Alberto Barrios y al destinatario Miguel Rivero.

«Dejo a los varios porvenires (no a todos) mi jardín de senderos que se bifurcan»

Jorge Luis Borges.
La Vene Vistalba

«Te la haré llegar, para así tener una historia que debe ser contada”, le dijo Guillermo Ramos a Miguel Rivero en relación a una placa en homenaje a quienes participaron en la Guerra de Malvinas. Las distintas unidades del ejército recibieron distinciones como medallas, placas y diplomas luego del conflicto. Éste es uno de tantos reconocimientos, contar una parte de ésta historia en honor a quienes pusieron el cuerpo en la guerra.

Un día de 1994, alguien le entregó la placa a Guillermo Ramos, con destino último a Miguel Rivero. Por fortuna, el destinatario no la recibió cuando fue entregada diez años antes, en 1984. Miguel Rivero luego confesaría que la hubiera desechado al instante, así como lo hicieron otros ex combatientes de Malvinas. Esa placa esperó 27 años en el algún cajón en casa de Guillermo Ramos, en Buenos Aires. Serían 37 años de espera en total.

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Y aunque Guillermo Ramos lo hubiera intentado, en la década de los ’90 no era sencillo dar con una persona, recién cuando la tecnología avanzó con las redes sociales, pudo dar con Miguel Rivero. Aunque la placa tuvo que esperar su oportunidad en un armario antes de contar la historia.

Guillermo Ramos
Guillermo Ramos, en su casa en Buenos Aires, previo a enviar la placa a Miguel Rivero.

En la red social

De a poco se iba conformando el plan, para ello se necesitaban algunas personas más que intervinieron, como Fabián Sarmiento (56), suboficial mayor retirado del ejército, y compañero de Guillermo Ramos de la promoción 83 de Artillera, en la Escuela de sub oficiales Sargento Cabral en Campo de Mayo, provincia de Buenos Aires. Juntos comenzaron a desenmarañar la historia y los posibles rostros para llegar a Rivero.

«La frase varios porvenires (no a todos) me sugirió la imagen de la bifurcación en el tiempo, no en el espacio. La relectura general de la obra me confirmó esa teoría»

Jorge Luis Borges

«Guillermo me contó la historia de la placa e identificamos a Miguel Rivero», dijo Fabián Sarmiento quien se ofreció a entregar la placa en mano a Miguel Rivero, coterráneo en Mendoza. Ahora había que ubicar dónde vivía el hombre y cómo resolver el traslado de la placa. La posibilidad del envío por encomienda estaba descartada, confirmando a Borges, cuando dice que en todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras.

Placa Malvinas
La placa fue confeccionada por el Casino de Suboficiales.  “El Casino de Suboficiales de la Escuela Superior de Guerra, al Cabo 1° Miguel Rivero, como reconocimiento por su participación en el conflicto Malvinas en defensa de la Soberanía Nacional. 2 de abril de 1982”

Oscar Barrios, es Presidente de la Asociación Cuyana Veteranos de Malvinas, y quien sabía cómo ubicar a Miguel Rivero. De inmediato Guillermo Ramos y Oscar Barrios acordaron la entrega de la placa en el hotel en Buenos Aires.

Entre vecinos, con el tiempo en contra

Ya con la placa en Mendoza, Fabián Sarmiento, apuntó el domicilio de Oscar Barrios, y descubrió que era su vecino a dos cuadras, en Maipú. Fabián Sarmiento le mostró la placa a su esposa Susana Lara, oriunda de Luján de Cuyo, y ambos decidieron buscar una caja nueva. A toda prisa, con el tiempo en contra, la mujer preparó un embalaje con la cinta argentina, para ser entregada al día siguiente, jueves 01 de abril en el “Paseo Héroes Mendocinos de Malvinas” ubicado en el distrito de Carrodilla, Luján de Cuyo.

En junio de 1982, luego de volver a las unidades, distintos organismos oficiales generaron distintas medallas, placas y diplomas en reconocimiento a los ex combatientes. «Yo no estaba bien en esa época, había mucha bronca, no por la guerra, sino por haber vuelto y ver lo que pasaba. Me entregaron la medalla y el diploma, y los tiré. Yo me sentía ofendido, por las implicancias sociales de la guerra«, expresó Miguel Rivero, quien recordó a Jorge Pena, por haberle guardado algunas de las medallas que botó Rivero y entregárselas luego.

«No sé si alguien recibió esa placa por mí, creo que la entregaron en 1984 y no recuerdo haberla recibido. Si la hubiera recibido, no existiría esa placa. Ya conocía a Guillermo Ramos por los Cascos Azules y facebook, allí nos pusimos en contacto», contó Rivero.

Malvinas 2
Miguel Rivero en Malvinas, a la izquierda en primer plano.

Miguel Rivero pertenecía a una unidad élite del Ejército Argentino, que en ese momento, previo al desarme que se viviría en las décadas de los ’90 y 2000, eran lo más parecido a las Fuerzas Ranger de Estados Unidos o el SAS británico el Mosad israelí. Los comandos argentinos dieron a los británicos una dura batalla, con los comandos 601 y 602.

Miguel Rivero tenía a cargo tareas de comunicaciones, integrando la Compañía de Comando 601, con más de 70 incursiones en territorio enemigo, recibiendo la denominación de Fuerza Especial del Ejército Argentino.

Poco antes, Miguel Rivero se había egresado como Mecánico Electrónico ese mismo año, cuando lo convocaron para la guerra que inició el 02 de abril de 1982. Le decían «el tierno», porque era el más joven del grupo.

Un homenaje diferente en Luján

Miguel Rivero respondió a Guillermo Ramos ante su interrogatorio. «Tengo algo tuyo hace 27 años» le dijo y acordaron la entrega por correo. «Me emocionó que Chiquito Barrios viajó a Buenos Aires, y Guillermo le entregara la placa para evitar un cartero», describió Rivero.

Además su sorpresa fue mayor cuando en el acto de homenaje a los Veteranos y Caídos de la Guerra de Malvinas en Luján de Cuyo, lo nombraron entregándole la placa. El hombre se quedó sin palabras. La emoción lo invadía. Ésta vez, 37 años más tarde, no iba a tirar la placa.

«Se me cayó la estantería. Fue muy emotivo, estando allí junto a mis hijos. Si me lo hubieran entregado hace años, la placa no existiría. Ahora esta en mi living junto a otras más», dijo Rivero.

Miguel Rivero concluyó diciendo «Lo que más me mueve es la gente, la que da una palmada en la espalda, las maestras, los jóvenes, es lo que alienta a seguir en la lucha. Nosotros somos la voz de los que no están. Los héroes son los que quedaron allá. Lo hacemos por ustedes. Agradezco al pueblo que tenemos, un lucha por lo que ama, y es éste pueblo».

La Asociación Cuyana Veteranos de Malvinas, se creó en mayo de 2017, y tiene por tarea la difusión, visita a colegios albergues y dar charlas sobre Malvinas.


4 Comments

  • Ruben Martinez

    Merecido y a su justo tiempo, no es la placa sino la historia y la hermandad que hicieron un viaje de 37 años para abrazarte.

  • VGM José Luis Nuñez

    En este dia de la Virgen de Fátima, Patrona y Protectora de la Aptitud Especial de Comando(s) y de los Comandos Argentinos, te saludo en tu día Cdo Miguel Rivero y deseo que el homenaje que se te brindó perdure por siempre en tu corazon.

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