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El coronavirus se transmite principalmente por aire

Un científico español advirtió sobre las formas de contagio ante la nueva evidencia que ayuda a prevenir contagios.

El entrevistado, docente de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, y uno de los científicos que investigó las formas de contagio y propone medidas de prevención sobre la ventilación.

La vía de transmisión de coronavirus que mayor evidencia científica reunió durante este año de pandemia es la del aire que respiramos cuando «un humo invisible llamado «aerosoles» sale de la persona contagiada cuando estamos cerca o se acumula en lugares cerrados», explicó el investigador español José Luis Jiménez, uno de los máximos referentes mundiales del tema.

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"Hay que evitar poner desinfectantes en el aire como ozono, agua oxigenada o dióxido de cloro, todo esto serviría para desinfectar superficies pero no para el aire; es peligroso" aclara Jiménez.«Hay que evitar poner desinfectantes en el aire como ozono, agua oxigenada o dióxido de cloro, todo esto serviría para desinfectar superficies pero no para el aire; es peligroso» aclara Jiménez.

Jimenez es profesor de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, y uno de los 239 científicos que pidieron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que reconociera el papel preponderante del contagio por aire a través de la emisión de un contagiado. El científico dio conceptos clave para mejorar los cuidados de cara a la segunda ola que enfrenta el país.


Sobre las tres formas de contagio

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, en el 2020 dijeron y lo reiteraron fuerte esta semana, que el contagio a través de superficies es difícil y hay cero casos probados.

La evidencia abrumadora está en el contagio por el aire, por respirar los «aerosoles» o el aire cercano a un contagiado. Hay muchas pruebas de esto: los casos de supercontagio o la transmisión en larga distancia por ejemplo en los hoteles de cuarentena como pasó en Nueva Zelanda, el hecho de que las personas sin síntomas (al no toser ni estornudar) simplemente emiten aerosoles y sabemos que contagian, o bien que la transmisión es mucho más alta en lugares cerrados que en espacios abiertos. Todo esto sólo se explica si el contagio se da a través del aire.

«Al principio de la pandemia se dijo mucho que se transmitía por contacto con superficies infectadas, entonces ver desinfectar las superficies da una sensación de seguridad que hoy sabemos que es falsa».

También se ha comprobado que animales como los hurones se han infectado, lo que sólo se pudo haber producido a través del aire.

Actividades al aire libre con barbijo y distancia social en Luján de Cuyo.

Las pruebas sobre el contagio por gotas balísticas, las gotas grandes, son muy débiles; entonces es escandaloso que a un año de iniciada la pandemia la OMS siga diciendo que ésta es la principal vía de contagio.

El virus con capacidad de infectar es emitido por personas contagiadas; ese humo son los «aerosoles respiratorios», partículas muy pequeñas, invisibles, que se quedan flotando en el aire cuando falta ventilación o estando cerca de una persona sin barbijo.

Las medidas para reducir el riesgo son simples y eficaces:

  • Lo primero es hacer todo lo que se pueda al aire libre, con distancia y con mascarillas. Las clases, las reuniones de trabajo, las familiares, todo debería hacerse en esas condiciones.
  • La mascarilla debe usarse bien pegada a nuestra cara, sobre todo alrededor de la nariz para que el virus quede pegado en la tela.
  • La mascarilla tiene que usarse siempre en interiores o cuando entramos en sitios donde ha habido alguien o vendrá alguien después (así no le dejamos virus).
  • En exteriores, por ejemplo, en una terraza o en un patio, tengo que usarla si estoy a menos de dos metros de otra persona.
  • Si estoy en un espacio interior hay que reducir la cantidad de personas lo máximo posible y ventilar, que significa que el aire que está afuera ingrese y salga el aire contaminado.
  • Para ver si estamos ventilando bien, una posibilidad es medir el dióxido de carbono (CO2) que nos va a indicar cuánto aire exhalado hay.
  • Si no se puede ventilar hay que filtrar; para eso hay aparatos específicos como los filtros hepa o filtros con ventilador que pueden funcionar bien.

Se debe evitar dos tipos de cosas: técnicas químicas que usan iones, plasmas, hidroxilos, fotocatálisis, ya que son peligrosas porque pueden producir compuestos tóxicos; y también hay que evitar poner desinfectantes en el aire como ozono, agua oxigenada o dióxido de cloro, todo esto serviría para desinfectar superficies pero no para el aire; es peligroso.

El científico destacó que «lavarse las manos está bien, todos estamos de acuerdo en esto, pero limpiar obsesivamente las superficies no ha servido para nada. Y esta es responsabilidad, en parte, de la OMS».

Un ambiente bien ventilado

Con un grupo, Jimenez, comenzó a medir el CO2, teniendo en cuenta que al aire libre la medida es de 400 ppm, lo ideal sería que en el ambiente que estamos no se supere las 700 ppm; la mayoría de las veces cuando mides encuentras más de 1.500 ppm, y en un auto puede llegar hasta 5.000 ppm.

El aparato no es muy caro y en una escuela podrían comprar dos e ir midiendo las aulas periódicamente e ir aprendiendo; por ejemplo, en día sin viento quizás hay que abrir tres ventanas 15 centímetros pero un día con viento con abrirlas 10 centímetros quizás ya es suficiente.


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