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Denunció al chofer que discriminó a su hija en silla de ruedas y las bajó del micro

La mujer lujanina acusó al conductor de haberla dejado subir «de mala gana», y dijo que la hizo bajar 10 minutos después, perdiendo la sesión de rehabilición del día.

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El posteo de la mujer en facebook. / Captura de internet

Una mujer de 28 años relató haber vivido una situación por demás angustiante en apenas 10 minutos, que fue lo que duró su frustrado viaje en colectivo  por Godoy Cruz

La Vene Vistalba

Según denunció ella misma públicamente, en el Inadi y ante la Defensoría de Personas con DiscapacidadCarolina Sarmiento (28) fue maltratada verbalmente por el chofer de la línea 464 (interno 37) cuando subió a la unidad junto a sus dos hijas (una de ellas en silla de ruedas). 

“Lo tomé en la Plaza Godoy Cruz y desde el primer momento, el chofer fue muy violento. Iba con mis hijas Valentina (9) y Lena (4). La más grande subió por adelante y yo le pregunté al chofer si me podía abrir la puerta de atrás para subir por ahí con la silla de ruedas de Lena, que no es plegable. Él no quería hacerlo y toda la gente tuvo que pedírselo, hasta que lo hizo de mala gana”, reconstruyó Carolina, quien vive en Luján con su esposo y las dos nenas. Carolina estaba llevando a su hija menor a rehabilitación.

Una vez arriba, desde el primer momento -y según relató la mujer- el trato del conductor no fue para nada bueno. “Empezó a pedirme que cerrara la rueda, que la gente no podía pasar, que me tendría que haber bajado y esperar un micro que tuviese rampa -ese no tenía-. La propia gente esquivaba la silla de ruedas y pasaba sin problema y hasta le decía al chofer que se callara. Pero no paraba. Yo iba callada y empecé a llorar, y una señora me decía que me calmara”, reconstruyó la mujer a Los Andes.

Cuando llevaba menos de 10 minutos arriba del colectivo, la mujer -ya cansada de los constantes reproches del conductor- le preguntó si quería que se baje. “Freno el micro y me dijo: ‘dale, bajate’. Y lo hice”, agregó con indignación. “No entiendo la discriminación. Y no fue hacia mí, fue contra la silla de ruedas y mi hija de 4 años”, agregó Carolina.

Ya abajo -en la zona del Barrio Bancario-, Carolina llamó a la empresa concesionaria del recorrido. “Mandaron a un inspector al lugar donde estaba yo, y me llevaron hasta el control para hacer el descargo por escrito. Nosotros dejamos todos nuestros datos, pero ni siquiera nos dieron el nombre del chofer. Entonces publiqué la denuncia en Facebook y cuando empezó a masificarse, recién allí me llamó un hombre que se presentó como gerente, me pidió disculpas y dijo que se había abierto una investigación e iban a sancionar al chofer”, continuó Carolina, quien es habitué del sistema de transporte público de Mendoza.

“Nunca tuve ningún problema, siempre me tomo el 1 -actual 700, que va a Luján- y nunca había tenido problemas con la silla. Y el 400 también lo uso sin problemas, aunque nunca había subido con Lena y su silla”, continuó.

Por su parte, el titular de la Defensoría de Personas con Discapacidad, Juan Carlos González confirmó que recibió a la mujer. «Ya estamos trabajando en algunos oficios. Además vamos a hacer la denuncia a la Dirección de Transporte, al Emop y a Defensa del Consumidor. Vamos a pedir las cámaras de la unidad, además de las cámaras de la calle para ver qué ocurrió en las paradas. El tema es que el chofer ni siquiera la dejó en una parada, sino una cuadra antes», destacó González. «Estamos buscando que haya una sanción a la empresa y al chofer, que actuó en nombre de ella. La mujer ratificó ya todas sus denuncias», sostuvo. 

Desde la empresa (Autotransporte Presidente Alvear), en tanto, indicaron a este diario que no realizarán declaraciones públicas. No obstante, destacaron que pondrán a disposición de Autam (asociación de empresarios del transporte público) las cintas grabadas en la unidad así como también cualquier material del que dispongan para aclarar la situación. La empresa, además, ya inició una investigación sumaria.

Rehabilitación

El martes -acompañada por su mamá y su hermana mayor-, Lena iba a rehabilitación. Sin embargo, no llegó y perdió esa sesión. La niña nació con Espina Bífida, una patología que le afectó el tubo neuronal. La operaron apenas nació -tenía el dorso lumbar abierto– y eso le trajo aparejado parálisis en los miembros inferiores, y un síndrome que afecta la parte baja del cerebro.

La fallida sesión terapéutica también trajo consecuencias para la actividad laboral de su padre. Es que al no haber podido completarla, el hombre debió ir a buscarlas y perdió la jornada.

Capacitación especial

El presidente de la Fundación Autam, Raúl Mercau destacó que -dentro de todos los contenidos especiales en que se prepara a los conductores de micros– hay un especial hincapié en lo que es atención al cliente, salud y familia.

«En lo referido a capacitación, se hacen jornadas de concientización con los choferes. Vienen personas con discapacidad y dan charlas, comparten vivencias y hasta se hacen prácticas. Incluso, hasta hacen manejo de sillas de ruedasLo que ha ocurrido está en las antípodas de la filosofía de lo que se enseña en estos cursos«, resumió Mercau.

«Lo que ha ocurrido es lamentable, y la empresa tendrá que hacerse cargo. Pero por suerte no es lo habitual y, por lo general, hay una gran colaboración y buena predisposición en los conductores», agregó. 

Fuente: Diario Los Andes


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