Por Beatriz Evelyn Silva
Yo Beatriz Evelyn Silva pongo en conocimiento la situación que vivimos las Mujeres Trans en Argentina.
Las mujeres trans tenemos una complicada vida social. La cifra de 79 muertes de mujeres trans en todo el país en este 2018 lo dicen todo, la ausencia de leyes de protección o antidiscriminación nos ha convertido a las mujeres trans en víctimas de un genocidio silencioso, que ha vulnerado el derecho a nuestra identidad. Después de la aprobación de la Ley Nacional N° 26.743 de Identidad de Género no hubo una normalización social en campos como el derecho al trabajo, el desarrollo educativo o el acceso a la vivienda.
En mayor parte del país, las mujeres trans carecemos de acceso a la salud y de apoyo médico en los procesos de hormonizacion porque aun no se respeta en su totalidad el artículo 11 de la Ley 26.743, las políticas de recortes amenazan un incremento de exclusión de nuestro colectivo por abandono de las escasas medidas positivas que han implementado. Los índices de sida, suicidios, enfermedad y muerte por auto medicación o por efecto de una vida marginal hace que nuestra expectativa de vida no supere los 35 años de edad.
Yo Beatriz Evelyn Silva hago ver el abandono de las mujeres trans en esta sociedad patriarcal, heteronormativa y falocentrista que transgrede ante los perjuicios que existen dentro de la comunidad trans y animo a los dirigentes políticos a perseverar políticas activas contra la discriminación.
Del mismo modo quiero que dar constancia del retroceso al que asistimos en la lucha contra la discriminación ya que la excusa de la crisis que atraviesa el país está sirviendo de paragua para amparar la exclusión de políticas específicas dirigidas a conseguir la igualdad para todas las mujeres trans.
La aplicación del Cupo Laboral Trans serviría para que la lucha de reivindicación de derechos realizada durante años por Nadia Echazu junta a Lohana Berkins, Diana Sacayán y Mariela Muñoz, no nos deje sin referencias ni espacio en el ámbito laboral.
La situación de desamparo en la que nos encuentramos miles de mujeres trans, a complicado la situación en casos como VIH y ITS/ETS al vernos excluidas de los sistemas públicos de salud y condenadas, en algunos casos, a muerte por no tener acceso a un tratamiento.
Las mujeres trans también nos vemos amenazadas por el silenciamiento del debate a cerca de la regularización de la ESI en nuestro país. En estos momentos el derecho a la educación en nuestro país se reserva únicamente a las personas con cierto poder adquisitivo, lo que nosotras visibilizamos porque no puede ser discriminatorio por razones de identidad de género, por eso la ESI es fundamental para nosotras porque enseña, perspectiva de género, respeto a la diversidad sexual, ejercicio de los derechos, cuidado del cuerpo y la salud y la valoración de la afectividad.
Por último no podemos olvidar la situación de riesgo vital que aun vivimos las mujeres trans en algunos municipios del país que contemplan castigos por ejercer la prostitución obligada por no poder acceder a puestos laborales por discriminación.
La ciudadanía debe promover un cambio social en la tolerancia de la diversidad sexual en forma activa y a negar con la actitud propia los guetos de la discriminación.
No existe ni existirá igualdad ni integración social si por prejuicios estéticos, miedos atávicos, concepciones heteronormativas o religiosas imponemos una segregación de la vida social a quienes sencillamente optamos por manifestar nuestra identidad, nuestra orentación y nuestra realidad mas intima contra el patrón general.
Por la igualdad de los seres humanos en una sola humanidad, rica en su diversidad, hoy reclamo un momento de reflexión sobre las propias actitudes y animo a todos a ser un factor activo en el respeto a los derechos humanos de las mujeres trans.
