El tercer juicio por los abusos sexuales en el Instituto Próvolo de Luján entra en su fase final. Las partes acusadoras han presentado sus argumentos y solicitudes de pena. Habrán avances el 30 de agosto.
Después de más de dos años y tres meses de juicio, el Ministerio Público Fiscal y los abogados de las víctimas han concluido sus alegatos. En una muestra de objetividad y responsabilidad, han retirado las acusaciones contra cuatro de las imputadas debido a la falta de pruebas concluyentes sobre su conocimiento directo de los abusos.
Estas cuatro imputadas son las exdirectoras Valeska Quintana, Laura Gaetán y Cristina Leguiza, y la psicóloga Cecilia Raffo. No se pedirán penas contra ellas.
Sin embargo, la situación es diferente para otras imputadas. Según las pruebas presentadas en el juicio, se considera que existe suficiente certeza para dictar una sentencia condenatoria.
Para la exrepresentante legal del instituto, Graciela Pascual, se ha solicitado una pena de 18 años de prisión e inhabilitación. Para la monja y cuidadora del albergue, Asunción Martínez, se ha pedido una pena de 10 años de prisión e inhabilitación.
En cuanto a la exdirectora Gladys Pinacca y la cocinera Noemí Paz, se ha pedido una pena de 3 años de prisión condicional. Estas dos últimas imputadas enfrentan acusaciones de omisión de prestar auxilio y encubrimiento agravado.
Miércoles 30 de agosto
El juicio continuará el próximo miércoles 30 de agosto con los alegatos de las defensas, seguidos por las declaraciones finales de las sospechosas y el pronunciamiento del tribunal sobre las sentencias.
El caso Próvolo, que comenzó en 2016, ya ha resultado en cuatro condenas firmes: 10 años de prisión para el administrativo Jorge Bordón, 45 y 42 años de cárcel para los curas Nicola Corradi (fallecido) y Horacio Corbacho, respectivamente, y 18 años de prisión para el jardinero Armando Gómez.
