Las bicicletas adaptadas están destinadas en comodato a personas con discapacidad motriz. 123 personas vieron modificada su calidad de vida el sábado 18 de diciembre en el Polideportivo Hipólito Yrigoyen de Luján de Cuyo. «Es necesario dejar de lado la palabra inclusión por convivencia» dijo Jean Maggi.
La Fundación Jean Maggi, junto a Transportes Mauri y el Municipio de Luján de Cuyo coordinaron esfuerzos para entregar 123 bicicletas a personas con discapacidad motriz, sumando al objetivo de entregar 1000 bicicletas en todo el país.
El sábado 18 de diciembre al mediodía se vivió una jornada emocionante, en la que la comuna lujanina llevó adelante la segunda entrega de bicicletas adaptadas, de la Fundación Jean Maggi, destinadas a lujaninos y mendocinos de otros departamentos con discapacidad motriz.
El Intendente Sebastián Bragagnolo encabezó el acto acompañado por el titular de la institución cordobesa, Jean Maggi, quien viajó especialmente desde Córdoba para participar de la entrega.
Familias de distintos puntos de Mendoza, como de La Paz, Maipú y San Rafael, además de 50 lujaninos, recibieron bicicletas armadas por personas con discapacidad en la Fábrica Superadaptados de Córdoba, perteneciente a la fundación de Jean Maggi.
Más sobre Jean Maggi
El cordobés nació en la época de la campaña masiva de vacunación contra la poliomelitis en Argentina durante los años ’60, destinada a los menores de 5 años. Desde 1984 la poliomelitis está erradicada del país y su incidencia en el mundo está reducida al 1%.
En el caso de Jean, la vacuna produjo consecuencias adversas. Jean había nacido sano y debido a la vacuna, contrajo poliomelitis con un año de vida, perdiendo la movilidad de sus piernas.
«Las palabras son lapidarias», dijo Jean Maggi. «Las cosas por su nombre, el ciego es ciego, el manco es manco y el rengo es rengo. No hay capacidades especiales ni personas diferentes. Especiales son las pizas y diferentes somos todos. Cuando lo entendí, mi vida cambió», expresó Jean Maggi a Diario Luján.
«Durante 37 años busqué otras palabras que me estaban escondiendo la realidad, y me fue muy mal porque no estaba actuando con mi condición» reconoció Jean Maggi. Hoy sostiene que no debe utilizarse la palabra inclusión para referirse a la discapacidad, sino que debe usarse la palabra «convivencia».
«Cuando entendí que éstas eran las cartas que me habían tocado, salí a jugar con estas cartas y dar mi mejor versión», sintetizó Jean Maggi. El hombre sobrevivió a un infarto que hizo cambiar su enfoque. Desde entonces, participó en maratones que lo llevaron a Nueva York, a realizar un Iron Man, cruzar la Cordillera de Los Andes a caballo y jugar a nivel olímpico.
Al notar que su mensaje sobre la discapacidad tenía mayor alcance, tomó la decisión de ir con su bici al punto más alto posible en el mundo, ubicado en el Himalaya a 5.600 m.s.n.m. y desde luego fue por mas.
Jean Maggi creó una fundación para entregar bicicletas a personas con discapacidad motriz que elabora en la fábrica «Superadaptados«, donde trabajan solamente personas con discapacidad, quienes allí trabajan dicen que es la fábrica de los sueños, los propios y los de otras personas.
