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En la preservación Fader trabajan jonenes italianos

Llegaron a Mendoza hace una semana y estarán durante dos meses asesorando y realizando intercambio de conocimientos y técnicas con los restauradores locales.

En el Museo de Bellas Artes Emiliano Guiñazú trabajan a toda marcha. Mientras decenas de obreros , técnicos e ingenieros se abocan a las actividades de consolidación de las estructuras, otro grupo de profesionales realiza diagnósticos y aplica todo tipo de procedimientos para preservar la obra del pintor expresionista Fernando Fader quien, según la bibliografía, dejó su huella en Mendoza entre 1907 y 1914.
A este grupo de restauradores lo acompaña desde hace una semana un equipo de jóvenes italianos que fueron especialmente invitados para asesorar y realizar un intercambio de conocimientos y técnicas con los expertos locales. El objetivo final es proteger la obra del museo para una segunda etapa, centrada en la recuperación de los murales.
Francesco Lia (34), Valentina Ruggiero (24), Stefania Montorsi (31) y Alice Tognoni (26) estarán en Mendoza durante dos meses y son egresados del Instituto Superior para la Conservación y el Restauro Roma – Italia. Consultados sobre sus actividades antes de llegar a la provincia, contaron que han estado muy abocados a las consecuencias que produjo en el centro de Italia el terremoto.
«Hemos trabajado por tres meses para asegurar ciertas obras, sobre todo eclesiásticas, que habían sido recuperadas de un depósito de Ancona. Estuvimos en el sismo de 2014 y ahora con el del 2016», dice Francesco, que según cuentan los asistentes de restauro mendocinos es amante del café cargado sin azúcar y lo consume en altas dosis.
Stefania cuenta que pertenece a una familia de restauradores y que desde chica está habituada a ese entorno. «Trabajaba antes de comenzar a estudiar, como diez años antes. Pero es diferente la labor artesanal, a la que realiza alguien que estudió y ha pasado por la universidad. Es distinto el bagaje metodológico».
«Hemos notado que en la Argentina no es una figura muy reconocida el restaurador. Allá somos más importantes, tenemos una formación científica», aclara la italiana, y el resto de sus compañeros asiente con la cabeza. La entrevista es coral y en su idioma, por eso algunas palabras y especificaciones quedan en el aire y se pierden.
«En Italia tenemos mucho trabajo y muchos restauradores, aquí pasa distinto, no tienen muchos restauradores y hay mucho por restaurar. Nosotros tenemos una historia muy antigua, hay más edificios y arquitectura. Hay una conciencia histórica diferente, porque acá el arte es muy joven y aún no se ha entendido que se debe conservar y valorizar», agrega Valentina, la más chica del grupo, ansiosa como el resto, por seguir conociendo todo lo que se está haciendo en materia de patrimonio cultural en Mendoza.
Marca histórica
Sobre Fernando Fader y la mirada que desde el exterior se tiene de este pintor, Francesco dijo: «Es un artista al que se le nota su educación extranjera. Ha tenido formación alemana y eso está presente en su paleta, con sus colores y carga pictórica tiene características o señales y signos de influencias europeas. Ha sido muy valorado en Latinoamérica y su obra está difundida por toda la Argentina. Desde ese punto de vista, deja un antecedente en la historia».
Interrogados sobre su percepción de la provincia, los italianos expresaron: «Hemos visto poco, porque hemos estado muy empeñados en el trabajo, pero estamos muy contentos. Las personas son muy gentiles. Es una ciudad muy curada tanto en sus jardines y espacios verdes como en el mantenimiento de sus calles y edificaciones. Hemos visto muchas obras que se están haciendo. Es una ciudad que se está proyectando, la dificultad como siempre es la burocracia y los cambios de gobierno que ralentizan todos estos procesos. Pero hay una voluntad por cambiar».
Limitaciones
Desde el punto de vista del restauro explicaron que Mendoza tiene carencias respecto a la tecnología, a los materiales y metodología, comparándola con las principales ciudades europeas. «Acá hay ciertas dificultades logísticas para conseguir materiales que en Europa no existen. Hemos tenido que ir a comprar algunos materiales a Chile», precisó Stefania.
Le realizarán un análisis científico al mural hallado recientemente
Sobre el descubrimiento de un mural inédito en un pasillo del Museo de Bellas Artes Emiliano Guiñazú, Cristina Sonego, coordinadora de restauración, aclaró que ahora hay que hacer un análisis científico para conocer con exactitud si la pintura hallada durante los trabajos de consolidación pertenece a Fernando Fader. Por lo pronto, todos los murales de ese museo son del pintor. Cuando termine de descubrirse la totalidad de la obra, hay que confrontarla con los análisis expertos.
Fuente: DiarioUno

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