El Alzheimer es una enfermedad mental que se agrava con el tiempo y se caracteriza por la degeneración de las células nerviosas del cerebro y disminución de la masa cerebral, lo que ocasiona que las neuronas a la larga mueran, generando un deterioro cognitivo que se manifiesta en las dificultades para la resolución de problemas sencillos de la vida cotidiana.
Se calcula que actualmente alrededor de 47 millones de personas en el mundo padecen Alzheimer, colocándola como la 5ta causa de muerte en el mundo. Por ello, esta fecha es muy significativa para la concientización de la importancia del diagnóstico precoz y el manejo por parte de los familiares.
“Las causas de la demencia pueden variar según los tipos de cambios cerebrales que puedan estar ocurriendo. Otras formas de demencias incluyen: la demencia con cuerpos de Lewy, los trastornos frontotemporales y la demencia vascular. A menudo, las personas pueden tener demencia mixta, que es una combinación de dos o más tipos de demencia” explica la Dra. Valeria El Haj, directora médica nacional de Ospedyc.
¿Cuáles son los síntomas?
Pueden desarrollarse de manera diferente en cada persona y pueden incluir:
▪ Pérdida de memoria a corto plazo.
▪ Repetir afirmaciones y preguntas una y otra vez.
▪ Dificultades para realizar tareas habituales o recordar tareas completas.
▪ Presentar problemas con el lenguaje, la comunicación y la orientación en el tiempo y el espacio.
▪ Generar cambios en la personalidad y el humor como depresión, pérdida de interés por actividades, desconfianza, ira o agresividad, insomnio, delirios.
▪ Extraviar artículos y, a menudo, ponerlos en lugares en los que no tiene sentido hacerlo.
▪ Disminuir las actividades sociales o laborales.
▪ Pérdida de orientación, es decir, perderse en lugares que solían conocer bien.
El Haj comenta que “a medida que la enfermedad progresa, las alteraciones de la memoria se vuelven más frecuentes, persistentes y graves. En sus etapas más avanzadas, las personas pueden experimentar dificultades para reconocer a familiares y amistades y requieren asistencia para cumplir actividades básicas de cuidado personal relacionadas con la movilidad, la higiene, la vestimenta y la alimentación”.
Sobre el Alzeheimer
Aunque no hay evidencias científicas, se piensa que el origen de la enfermedad del Alzheimer se debe a una combinación de factores de riesgo, algunos de ellos no modificables, como la edad o la genética.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las personas mayores desarrollarán inevitablemente esa enfermedad.
Existen factores de riesgo que son modificables que pueden reducir la presencia de generar Alzheimer:
● Adoptar una dieta sana, aumentar el consumo de verduras, frutas y legumbres.
● Evitar cocinar en ollas y sartenes de aluminio.
● Consumir alimentos con vitamina E y B12.
● Mantenerse activo físicamente, mantener un peso corporal saludable.
● Evitar el consumo de alcohol, cigarrillo.
● Ejercitar la mente.
● Realizar controles médicos para obtener diagnósticos tempranos.
● Evitar los multivitamínicos con hierro y cobre (a menos que lo indique un médico).
● Disminuir la ingesta de alimentos altos en grasas sobresaturadas.
El Alzheimer lo sufren 47 millones de personas en el mundo. Representa el 60/70% de personas con demencia.
Etapas de la enfermedad de Alzheimer
Enfermedad de Alzheimer leve: A medida que la enfermedad de Alzheimer progresa, las personas tienen una mayor pérdida de memoria y otras dificultades cognitivas.
Los problemas pueden incluir: deambular y perderse, dificultad para manejar el dinero y pagar las facturas, repetir preguntas, demorar más tiempo para completar las tareas diarias y sufrir cambios en la personalidad y el comportamiento. Por lo general, la enfermedad se diagnostica en esta etapa.
Enfermedad de Alzheimer moderada: En este estadio, se producen daños en las áreas del cerebro que controlan el lenguaje, el razonamiento, el pensamiento consciente y el procesamiento sensorial, como la habilidad para detectar correctamente los sonidos y los olores.
La pérdida de memoria y la confusión empeoran, y las personas comienzan a tener problemas para reconocer a sus familiares y amigos. Es posible que no puedan aprender cosas nuevas, realizar tareas de varios pasos como vestirse o enfrentar situaciones nuevas.
Además, las personas en esta etapa pueden tener alucinaciones, delirios y paranoia, y también pueden comportarse de manera impulsiva.
Enfermedad de Alzheimer grave: Las personas en la etapa grave de la enfermedad no pueden comunicarse y dependen por completo de otros para su cuidado.
En esta fase avanzada, es posible que la persona pase en cama la mayor parte o todo el tiempo mientras el cuerpo se va deteriorando.
Tratamiento
No existe un tratamiento para prevenir la enfermedad ni para frenar el avance. Se pueden prescribir medicamentos que ayudan con algunos síntomas y mejoran la calidad de vida de los pacientes.
Optimizar la salud física, fomentar la estimulación cognitiva, favorecer la actividad y el bienestar, diagnosticar y tratar enfermedades concomitantes, detectar y tratar síntomas conductuales y psicológicos son medidas útiles, pero sólo suelen ser efectivas en las primeras fases de la enfermedad.
“En el control y manejo del Alzheimer es crucial el acompañamiento y apoyo de la familia. A su vez, es importante que las personas a cargo de las tareas de cuidado reciban información y acompañamiento de la comunidad y los/as profesionales de la salud”, finaliza la Dra. El Haj.