En el corazón de Carrodilla, Luján de Cuyo, una antigua fábrica de productos químicos que alguna vez fue símbolo de industria y empleo hoy es un sombrío recordatorio de un desastre ambiental sin resolver.
En 2010, un hallazgo inquietante puso en alerta a la provincia. Obras Sanitarias detectó mercurio en el agua cruda que ingresaba a las plantas potabilizadoras Benegas y Alto Godoy.
La situación obligó a cortar el suministro de agua potable para cientos de kilómetros de personas, provocando un caos en la población, que vació las góndolas de los supermercados en busca de agua mineral.
Las investigaciones focalizaron a Keghart como responsable del desastre, y meses después, exempleados de la empresa confirmaron las denuncias.
Los residuos tóxicos, incluido el mercurio, eran vertidos de manera ilegal en pozos y colectores cloacales.
El edificio tenía dos plantas y en el interior estaban las piletas que tenían mercurio. (Marcos Garcia/MDZ)
El pozo donde se habrían arrojado los residuos tóxicos de la fábrica. (Marcos Garcia/MDZ)
Los bolsones con desechos sólidos. (Marcos Garcia/MDZ)
El mercurio es uno de los elementos más peligrosos para la salud humana y el medio ambiente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición a este metal puede causar daños severos al sistema nervioso, inmunológico y digestivo, así como efectos neurológicos graves como temblores, pérdida de memoria y disfunciones cognitivas y motoras.
La entrada a uno de los edificios del predio. (Marcos Garcia/MDZ)
En el ambiente, su impacto es devastador: el mercurio puede viajar grandes distancias en la atmósfera.
Además de su acumulación en los seres vivos y aumentar su concentración en la cadena alimentaria, afectando gravemente los ecosistemas y poniendo en riesgo la salud pública.
Los viejos silos de la fábrica abandonada. (Marcos Garcia/MDZ)
En agosto de 2024, un incendio en el predio volvió a poner en el centro de atención los peligros que acechan en el lugar.
La entrada al predio por calle Casale. (Marcos Garcia/MDZ)
Este caso pone de manifiesto la urgente necesidad de garantizar el cumplimiento del artículo 41 de la Constitución Nacional que consagra el derecho de todos los habitantes de la Nación a gozar de un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras.
Con información de MDZ.