El conductor Marcelo Tinelli llegó a la provincia, donde tiene su propio proyecto vitivinícola y eligió pasar por uno de los emprendimientos más nuevos y destacados de la zona de Agrelo.
Marcelo Tinelli llegó a Luján de Cuyo para continuar vinculado al mundo del vino ya que cuenta en Mendoza con su propio proyecto. Sin embargo, aprovecha cada vez que viene para desvubrir nuevas bodegas y mantenerse actualizado en las últimas tendencias que hay en la provincia.
En esta ocasión eligió una muy especial, uno de los emprendimientos más nuevos y destacados de la zona de Agrelo, Luján de Cuyo, justamente de donde hace las etiquetas de Lorenzo de Agrelo.
Durante los últimos días de marzo, el empresario llegó hasta las instalaciones de Anaia, la bodega reconocida en 2023 como una de las de mejores en arquitectura del mundo reconocida en los Best Of Wine Tourism, donde Patricia Serizola, la propietaria del establecimiento, Gonzalo Serrano Alau, enólogo del proyecto, y parte del equipo acompañaron a Tinelli en un recorrido por las instalaciones que duró alrededor de tres horas.
Marcelo Tinelli llegó a Anaia para probar sus vinos, recorrer desde adentro el proyecto, del cual “se fue enamorado” según detalla Guarda 14, y para conocer mejor la zona, la misma en la que desarrolla su línea Lorenzo de Agrelo.
“Es una persona muy agradable, respetuoso con todos, muy bien predispuesto y muy interesado en el mundo del vino. En todo momento fue un 10 como”, lo describió Gonzalo Serrano Alau.
El elegido de Marcelo Tinelli
Durante su recorrido por la bodega, Marcelo Tinelli charló acerca de cómo prefiere los vinos y cuáles son sus gustos particulares en la zona de Agrelo.
En este sentido, el presentador probó varios vinos de los elaborados por Serrano Alau y su equipo, todos con uvas de la finca que rodea a la bodega, y eligió uno en particular.
El preferido de Tinelli fue el Anaia Oblivion Malbec, el más reciente vino ícono de la bodega. Se trata de un 100% Malbec de Agrelo, a 960 metros sobre el nivel del mar, y corresponde a la cosecha 2019, el cual pasó 18 meses en barricas de roble francés nuevas para su maduración.
Lo describen como “la más extraordinaria y singular expresión del terroir, por encima del resto de la producción”. Se trata de un vino que solo se elabora si en la cosecha se obtienen excelentes resultados de calidad.
Más sobre Anaia
Anaia Wines es un proyecto joven, iniciado en 2016, cuando el matrimonio porteño de Osvaldo del Campo y Patricia Serizola compraron 24 hectáreas de viñedos implantados en 2003 en Agrelo, con ánimo de conformar un pequeño proyecto familiar.
A los pocos meses, el propietario colindante les ofreció sus hectáreas y la familia alcanzó un total 73 ha, donde hay 59 implantadas en 2017 con Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Frank y en menor medida Pinot Noir, Petit Verdot, Sirah, Tannat, Ancellota y Bonarda para crear vinos de corte.
Mariana Borzani, Gerente de Hospitalidad de Anaia Wines, expresó a Diario Luján que “se trata de una bodega boutique que en 2022 tuvo una cosecha de 150.000 litros y esperan alcanzar como máximo 250 mil”.
