La obra de inauguración del Tramo II de la Nueva Ruta Panamericana (RP Nº 82), transforma la conectividad entre el Área Metropolitana y el piedemonte mendocino.
El miércoles, el Gobernador Alfredo Cornejo inauguró el Tramo II de la Nueva Ruta Panamericana (RP Nº 82), una obra estratégica que moderniza ocho kilómetros entre el Intercambiador de La Tijera y la Rotonda Gobernador Ortiz, transformándola en una autopista urbana de doble vía.
El acto contó con la presencia del ministro de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial, Natalio Mema; la subsecretaria de Planificación Territorial, Marité Badui y el titular de Vialidad Mendoza, ingeniero Osvaldo Romagnoli.
Además participaron el legislador nacional Rodolfo Suárez, el ministro Víctor Fayad y la representante del Grupo BID en la Argentina, Viviana Alva Hart, junto a intendentes, legisladores provinciales y autoridades municipales de la región.
Una obra estratégica para el desarrollo del piedemonte
El nuevo corredor cuenta con cinco intercambiadores: La Tijera, Besares, ingreso al Colegio San Jorge, Pueyrredón y Guardia Vieja en Luján de Cuyo.
También hay calles colectoras, una ciclovía bidireccional de 2,50 metros, veredas y sendas peatonales seguras, además de paradores para el transporte público, iluminación LED en el cantero central y colectoras, y señalización integral.
La obra tiene como fin elevar los estándares de seguridad vial y movilidad para los más de 25.000 vehículos diarios que transitan la ruta en temporada habitual.
Incluso el número tiene un incremento de hasta un 40% durante los meses de mayor afluencia turística.
Turismo
Con este avance, la provincia recupera un viejo circuito turístico que conecta el Área Metropolitana con Cacheuta y Potrerillos, dos de los destinos más visitados del piedemonte mendocino.
El corredor es ahora una vía de acceso segura y ágil, sino también un eje turístico y productivo, favoreciendo el desarrollo urbano, económico y social de la zona y alrededores.
El Gobernador Alfredo Cornejo subrayó que “hace décadas que en Mendoza no se realiza una obra vial de esta magnitud».
Agregó que que esta ruta marcará el crecimiento futuro de la ciudad hacia el piedemonte y permitirá preservar las tierras más productivas del llano”.
Además, el mandatario remarcó que Mendoza avanza con recursos propios sobre rutas provinciales y también se hará cargo de varios tramos de rutas nacionales, como la Ruta 40 Norte y el camino a San Juan, por lo menos hasta Lavalle.
Explicó que la Provincia no tiene responsabilidad directa sobre esos corredores nacionales, pero que son vitales para su desarrollo.
Actualmente esperan que el Gobierno nacional logre concretar la licitación para modernizar la Ruta Nacional 7, desde el Arco del Desaguadero hasta el límite con Chile.
Obra clave para ordenar el crecimiento urbano
La subsecretaria Marité Badui explicó que “la modernización de la Nueva Ruta Panamericana (RP Nº 82) es una intervención estratégica que nos permite ordenar el crecimiento urbano en una zona de fuerte expansión y garantizar que ese desarrollo se dé de manera planificada y segura”.
El titular de Vialidad Mendoza, ingeniero Osvaldo Romagnoli, señaló que esta “es una gran obra que ha sido construida con los más altos estándares».
En números técnicos
La obra cuenta con una carpeta de 7 centímetros de asfalto modificado.
Además tiene 1.080 luminarias, un New Jersey como divisor central de la traza que protege a los vehículos que transitan por los carriles contrarios y un circuito de calles colectoras que permitirá a los residentes de la zona desplazarse localmente sin interactuar con los usuarios de la traza central, garantizando su seguridad y la de quienes viajan por la traza principal de la ruta.
El intendente de Luján de Cuyo, Esteban Allasino, agregó que “hace por lo menos 50 años que en Mendoza no se hace una obra vial de esta magnitud”.
Por su parte, la representante del Grupo BID en la Argentina, Viviana Alva Hart, destacó: “Nos alegra acompañar este proyecto que impulsa el desarrollo económico y social de la Provincia. Como BID, queremos seguir apoyando a las provincias en infraestructura estratégica que fortalezca el crecimiento y el bienestar de la población”.
Un corredor con naturaleza y cercanía
La presidenta del Emetur, Gabriela Testa, destacó que la nueva traza de la Ruta Panamericana atraviesa paisajes de gran atractivo y conecta la ciudad de Mendoza con destinos turísticos estratégicos como Cacheuta y Potrerillos.
Señaló que “Para el turismo es fundamental, porque combina naturaleza, cercanía y diversidad de propuestas en cualquier época del año”.
Características técnicas y desafíos de ejecución
El proyecto de modernización de la Nueva Ruta Panamericana (RP Nº 82) comprende tres etapas:
- Tramo I, ya habilitado en 2020, conecta el Corredor del Oeste con el Intercambiador La Tijera.
- Tramo II, inaugurado hoy, que extiende la doble vía hasta la Rotonda Gobernador Ortiz.
- Tramo III, actualmente en ejecución, que llevará las mejoras hasta Cacheuta.
Inversión
La inversión, financiada por el Gobierno de Mendoza con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), constituye una de las intervenciones más relevantes de los últimos años en materia de infraestructura vial en la Provincia.
El Estado mendocino aporta U$S 30 millones, mientras que la entidad internacional presta U$S 50 millones por los tramos II y III.
Demoras
La ejecución y concreción del Tramo II de la Nueva Panamericana presentó diversos desafíos y situaciones extraordinarias en los últimos años.
Hecha la convocatoria a licitación para su construcción en diciembre de 2019, la repentina aparición de la pandemia del coronavirus retrasó 18 meses el inicio de la obra.
Esta comenzó a mediados de 2021 con estrictas restricciones operativas, y otros 9 meses más, sumando un total de 27 meses, hasta que la firma contratista estuvo habilitada para operar al cien por ciento de su capacidad y sin limitaciones por la emergencia sanitaria.
A esto agregaron la reubicación de 37 familias que vivían sobre la traza a intervenir, a las que relocalizaron en un barrio construido en Luján por el Instituto Provincial de la Vivienda.
La obra también exigió el desplazamiento y la renovación de todas las redes de servicios públicos —eléctrica, agua, gas y fibra óptica— en la que intervinieron una gran cantidad de actores, tanto estatales como privados.
Gasoducto y obras aluvionales
También hubo de construir un nuevo gasoducto de un kilómetro y, para iluminar el tramo completo, tanto la traza central como las colectoras, debieron instalar 15 nuevos transformadores que pudieran brindar la energía necesaria.
Por otra parte, la Nueva Panamericana Tramo II demandó obras aluvionales necesarias y cruciales para la bajada de agua del piedemonte, sobre todo cuando hay grandes lluvias.
La más importante fue la impermeabilización en hormigón de casi 2 kilómetros del arroyo Sosa, como así también la intervención y el mejoramiento de otros cauces de la zona.
La convivencia de la ejecución de la obra con el tránsito urbano de miles de vehículos por día fue otro gran desafío para los avances de la misma.
Al coexistir un flujo vial constante con cientos de trabajadores, decenas de equipos, gigantescos movimientos de tierra, la construcción de grandes estructuras como los puentes de La Tijera, Besares, San Jorge y Guardia Vieja, y el viaducto de Pueyrredón, además del proceso de pavimentación.
Todas estas labores fueron realizadas en su totalidad aplicando desvíos y sin cortar nunca el paso vehicular de forma completa.










