Con más de 600 estudiantes en contexto de encierro en Mendoza, finalizaron los talleres socioeducativos de verano en los 12 penales y unidades penitenciarias.
El espacio comenzó el 3 de enero y finalizó el 11 de febrero, con el objetivo acompañar las trayectorias escolares de alumnos privados de la libertad por medio del esparcimiento físico, mental y educativo en los 12 penales y unidades penitenciarias de la provincia, a cargo de la Dirección de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, de la Dirección General de Escuelas.
Los estudiantes accedieron a actividades de la alfabetización, producción audiovisual, pintura, folclore, teatro, danza, gimnasia, expresión corporal y, desde este año, formación en informática. En ese aspecto, se dictaron 36 talleres semanales, con un presupuesto que contempló la entrega de materiales para los estudiantes para optimizar la propuesta socioeducativa.
Los talleres socioeducativos de verano se realizaron en 12 complejos y unidades penales de toda la provincia de Mendoza: Complejo Penitenciario I Boulogne Sur Mer, Complejo Penitenciario II San Felipe, Complejo Penitenciario III Almafuerte, Complejo Penitenciario IV San Rafael, Complejo Penitenciario Almafuerte II, Unidad Penal IV Jóvenes y Adultos, Unidad Penal X El Cerrito, Unidad Penal XIV Régimen de Autodisciplina, Alcaidía V Régimen Abierto de Mujeres, Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil (DRPJ), Centro de Adolescentes con Medidas Excepcionales (CAME), Complejo Penitenciario Federal VI Luján de Cuyo.
“Nuestro propósito con esta acción fue llegar a la mayor cantidad de población de internos de los distintos penales. Resulta muy gratificante observar que estos talleres realmente ayudan a quienes están privados de la libertad a trabajar para poder reinsertarse en la sociedad, ya que vemos gran compromiso y responsabilidad por parte de ellos”, contó la directora de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, Mariana Caroglio.
Para el profesor de teatro y pedagogo especializado en recuperación emocional en zonas de conflicto y situación de encierro Abel Toledo, “estos espacios son sumamente importantes, sobre todo porque son disparadores de conciencia, ya que en este momento el verano es una etapa muy complicada para los jóvenes en encierro, que desean hacer muchas cosas, expresarse, y es cuando aparecen cuestiones negativas, por lo cual el arte, en ese contexto, ocupa un lugar transformador”.
“Nos emociona después de haber logrado, en corto tiempo, este trabajo tan cercano con los estudiantes que nos están acompañando. En realidad, hemos realizado una inversión de $760.000 con talleres que se han trabajado durante enero y febrero y tiene su importancia porque vemos que se convierte en una ayuda para cada interno para trabajar en el proceso de construir una nueva vida”, agregó Caroglio.
“La idea fue acompañar, junto al Servicio Penitenciario, con el que trabajamos siempre de manera muy fluida, para contener a los estudiantes durante el verano que, sabemos es una etapa difícil, y hemos obtenido una gran aceptación”, concluyó la titular de Jóvenes y Adultos.
