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Denuncian a jóven por acoso telefónico

El joven de 21 años envió mensajes de Whatsapp con contenido sexual a una docente y a varias de sus compañeras. Fue la profesora la que lo dio a conocer.

Un estudiante del Instituto Tecnológico Universitario de Rivadavia fue expulsado de la Universidad Nacional de Cuyo tras ser denunciado por acosar sexualmente a una docente y a algunas de sus compañeras. El joven de 21 años, identificado como Facundo Domínguez, enviaba mensajes de Whatsapp, Facebook y correos electrónicos en los que intimidaba a las mujeres y hacía caso omiso a las reiteradas negativas que recibía. Fue denunciado también en la Fiscalía de Violencia de Género, pero la causa difícilmente avance.
El caso se conoció ayer, cuando Gabriela Heredia (la docente) lo escrachó públicamente en Facebook, compartiendo algunas capturas de pantalla de los mensajes que Domínguez le escribía. Sin embargo, todo comenzó en marzo, cuando empezó el cursado en la cátedra de Producción y Comprensión de Textos.
«Empecé a dar clases el 5 de marzo y el cuando se presentó dijo que es fotógrafo. Yo hice un comentario de que me gustaría aprender, ya que tengo una cámara pero no sé utilizarla. El 25 de marzo me mandó un mail diciéndome que él me podía ayudar en el ITU y me pidió el teléfono para incorporarme a un grupo con alumnos. A los 15 minutos empezó a hablar solo diciendo que le gustaría tener relaciones conmigo, besarme, y demás. A pesar de que le dije que no, insistió de tal manera que tengo 30 fotos con sus mensajes», explicó la profesora.
La situación fue comunicada de inmediato al secretario del ITU de Rivadavia y el 10 de abril se radicó la denuncia en la Fiscalía de Violencia de Género.
«En el medio, antes de comunicárselo al director, seguí teniendo clases con él, donde parecía el alumno perfecto porque se disocia muy bien, nadie imaginaría que es un acosador. Pensé en quedarme callada, pero si yo no denuncio esto, qué ejemplo les estoy dando a mis alumnas para que tengan la valentía de contar si sufren alguna situación de abuso», continuó Heredia.
Cuando se dio a conocer en Rivadavia se pasó al ITU central, acompañado de una denuncia en la Consejería de Género de la Universidad. Sin embargo, desde Bienestar Estudiantil se solicitó que se le garantice el derecho a la educación, por lo que no se lo podía expulsar y se propuso el traslado a la sede de Luján de Cuyo.
A finales de abril, a Domínguez le comunicaron que no podía cursar más la materia dictada por la docente, lo cual fue aceptado por el joven, con la condición de que no se diera a conocer el caso.
Sin embargo y cuando todo parecía apaciguarse, el último martes una ex compañera de Domínguez denunció que desde hacía varios días estaba recibiendo mensajes del joven con alto contenido sexual y repetidas propuestas de encontrarse, a pesar de las reiteradas negativas de la chica.

¿Inacción de la Fiscalía?

La denuncia presentada en la Fiscalía de Violencia de Género fue ingresada por el auxiliar del fiscal Daniel Carniello, pero de entrada le aclararon a la docente que lo más probable era que pasara archivo.
«Me dijeron que el acoso telefónico no es un delito imputable para la ley porque no está tipificado. Pero esto no es una cuestión institucional, porque expulsándolo le generás un resentimiento mayor. La que tiene que actuar es la Justicia, por lo menos llamándolo a declarar, porque ni siquiera eso hicieron», expresó indignada Heredia.
La idea es que durante la semana se adjunten a la denuncia inicial los nuevos casos de acoso conocidos hacia sus compañeras, para darle mayor sustento a la causa.
Por esa sumatoria de casos, se decidió la expulsión de Domínguez de la UNCuyo y el lunes habrá una reunión con su madre, que estaba sorprendida por esta actitud de parte de su hijo.
Fuente: Diario Uno

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