Omar de Marchi es el intendente de Luján de Cuyo, pero su territorio de influencias se extiende mucho más allá de las fronteras de la tierra del malbec.
En una coyuntura nacional difícil, el presidente del PRO mendocino aseguró que para salir de la crisis económica «los cambios no serán sencillos». También afirmó que el diálogo es el camino, por eso «hay que hablar con todos», como con Julio Cobos, con quien se mostró otra vez este viernes tras una charla íntima.
«Argentina está atravesando un etapa de cambios muy fuerte, cambios de situaciones que llevan muchas décadas en la Argentina y que, acumuladas, han significado una gran frustración. Los cambios no son sencillos, eso lleva a atravesar momentos de dificultades para que le país finalmente termine en una situación mejor», diagnosticó el jefe comunal en diálogo con Sitio Andino.
En clave médica, De Marchi dio a entender que el posoperatorio será largo: «Quien crea que la Argentina tenía era una gripe y que se sanaba con un analgésico estaba equivocado. Argentina estaba atravesando una enfermedad grave, terminal. Y atacar esas enfermedades significa implementar tratamientos muy dolorosos, complejos, pero que uno lo hace convencido de que el resultado final va a ser estar mejor».
Calzando los zapatos del vecino
En días en los que pareciera haber cierto nerviosismo en la calle, De Marchi manifestó que, sin bien los problemas existen, él ve una realidad distinta.
«Lo que se recoge cuando uno habla con el vecino de a pie es que todos quieren que a Macri le vaya bien», dice el intendente, cuyo departamento tuvo alentadores resultados para el frente Cambiemos (Cambia Mendoza en la provincia) en las pasadas elecciones legislativas.
En contraposición, remarcó: «No es la expectativa que tienen algunos sectores de la oposición que han hecho pelota el país durante muchos años y ahora lo que hacen es tirar piedras. Eso la gente lo percibe, lo ve».
El jefe comunal, incluso, animó una hipótesis para diferenciar lo que se vive en Buenos Aires y lo se siente en las provincias.
«El interior no es Buenos Aries. El ambiente de extrema conflictividad y extrema oposición ideologizada que tiene Buenos Aries no existe en el interior. Acá hay gente que se levanta todos los días a laburar y ver cómo la pelea», sostuvo el ex legislador del PD, que agregó que ese «clima de mala onda» se ve «más en la televisión que en la calle».
Foto con Cobos
Como no es la primera vez que De Marchi se muestra con Cobos, las suspicacias vuelven a surgir, ya que son dos de los nombres que suenan como precandidatos para suceder a Alfredo Cornejo.
«Para que no haya ninguna grieta ni especulación, Cornejo es un gran gobernador y tenemos un relación personal excelente», manifestó el hombre del PRO, para marcar la cancha.
Es que semanas atrás, cuando Cobos habló de su presunta candidatura a gobernador generó la réplica de los intendentes, y también virtuales aspirantes a la gobernación, Rodolfo Suárez (Capital) y Tadeo García Zalazar (Godoy Cruz), que le pidieron al ex vicepresidente que baje un cambio con las declaraciones aspiracionales en plena crisis cambiaria.
Incluso, el gobernador Alfredo Cornejo, en entrevista exclusiva a con Sitio Andino, habló de sus presuntos sucesores y se preguntó si Cobos o De Marchi «estaban dispuestos a la política de mano dura y firme en seguridad».
«No se refería a mí», dice el cacique lujanino y sostiene que apuntaba a Cobos, por su antecedente como gobernador.
«Yo hablo con todo el mundo», remarcó el intendente y destacó que el país necesita «más diálogo».
«Acá tenemos que tener todos la generosidad y la humildad para sentarnos a hablar», insistió y puso como ejemplo la reunión que mantuvo Cornejo con la senadora Anabel Fernández Sagasti, referente de La Cámpora, que terminó rehabilitando la discusión por la reforma de Suprema Corte.
«Uno imagina que está en las antípodas y, sin embargo, aparecieron puntos en común, siempre hay algo en lo que uno coincide», acotó como para apaciguar los rumores.
¿Hay freno para la obra pública?
Tras el acuerdo de la Nación con el FMI y las nuevas metas fiscales para los próximos años, todos se preguntan si habrá freno para la obra pública.
«Una obra chica para la Nación puede ser una obra inmensa para un municipio», dice de Marchi, quien matiza un eventual congelamiento de la obra.
«Lo que se ha planteado es que todas la obras acordadas e iniciadas no se van a detener, confiamos en que eso va a ser así», remarcó el intendente.
«Evidentemente, el recorte mira hacia adelante y algunas obras que uno podría haber imaginado hacerlas en asociación con la Nación tal vez tengan que esperar un poco más. No es que no se van a hacer, sino que la curva de inversión puede estar un poco mas achatada, más largos los plazos de desembolsos. La obra pública no se detiene», cerró el hombre que mantiene el diálogo con el presidente Macri.
Fuente: Sitio Andino