Por Carolina Jacky
En febrero de este año, antes de que el Presidente Macri pusiera en agenda el tema del aborto, se publicó en estas páginas, y también algunos medios se hicieron eco, de una nota al respecto.
Para quienes les interese el tema y realmente quieran conocer si en Argentina el aborto es o no legal, seguramente en esa nota encontraran la respuesta: El aborto sí es legal en la República Argentina
Después de leerlo algunos se preguntaran ¿porque si hoy esta permitida, o mejor dicho si ES LEGAL, cumpliendo ciertos requisitos, porque toda esta discusión?
En pocas palabras, HOY, si una mujer decide interrumpir el embarazo debe conseguir que un médico psiquiatra certifique que ese embarazo esta afectando la salud psiquica de la mujer, luego debe otorgar el consentimiento informado al médico que este dispuesto a hacer esa práctica, y así estarían cumplidos los requisitos legales.
El aborto realizado en esas condiciones ES LEGAL para la legislación Argentina, y nadie podría ser penado.
Pareciera que, sin ninguna necesidad, todos fuimos llevados nuevamente a dividirnos, a enfrentarnos, a distraernos, o a marcar diferencias en nuestra sociedad.
Ni Maquiavelo imagino que se podía hacer esto con una sociedad, que durante días y meses se destinara tanta atención en un tema que ya Argentina había resuelto por Convenciones Internacionales y por una Ley Nacional de orden público.
Muy pocos advirtieron que en Argentina el aborto es legal, y si alguien lo advirtió no lo quiso difundir, aunque no se entiende como nadie advirtiera de esto.
La ignorancia del derecho en nuestra sociedad es preocupante y el bajo nivel de juristas llama la atención.
Desde la reforma constitucional del 94 poco se ha estudiado respecto a los nuevos derechos incorporados en la Constitución Nacional, entre ellos el de la mujer para decidir sobre su propio cuerpo.
El debate ha sido importante, tampoco sirvió para distraernos de la realidad, lo demostró la desconfianza generalizada sobre el rumbo económico que puso en vilo a la administración central. Tampoco sirvió para que estallaran conflictos sociales, el debate se sumó a toda la inestabilidad, tensionando aún más el clima social.
Ahora estamos cerca de aprobar o rechazar una ley que despenaliza el aborto, pero sepamos que para el caso que se rechace, ninguna legislación podrá modificar las normas internacionales ya incorporadas en la Constitución Nacional, o sea que las mujeres seguirán teniendo el derecho a decidir sobre su propio cuerpo, porque YA TIENEN ESE DERECHO.
#NI UNA MENOS
