La diabetes puede causar daño a los nervios y los vasos sanguíneos de los pies.
Este daño puede causar entumecimiento y reducir la sensibilidad de los pies. Como resultado de esto, es posible que los pies no sanen bien si se lesionan.
Revísese los pies todos los días. Inspeccione arriba, a los lados, las plantas de los pies, los talones y entre los dedos.
Busque:
- Piel seca y cuarteada
- Ampollas o úlceras
- Hematomas o cortaduras
- Enrojecimiento, calor o sensibilidad
- Puntos firmes o duros
Acciones de prevención
Si no puede ver bien, solicítele a alguien que le revise los pies.
Llame a su médico inmediatamente por algún problema en los pies que tenga.
No intente tratar estos problemas usted mismo.
Lávese los pies todos los días con agua tibia y jabón suave.
Verifique primero la temperatura del agua con las manos o el codo.
Séquese suavemente los pies, sobre todo entre los dedos.
Use loción, vaselina, lanolina o aceite sobre la piel seca. No se ponga loción, aceite ni crema entre los dedos de los pies.
Es aconsejable que periódicamente visite al podólogo para tratar callosidades y cortar correctamente las uñas y evitar de esta forma que se encarnen.
No utilice una almohadilla térmica ni bolsas de agua caliente en los pies.
No camine descalzo.
Pida a su médico que revise sus pies en cada visita.