Cuanto más nos sumimos en emociones nocivas, más fijamos los circuitos asociados con las moléculas tóxicas.
Por Mgter. Alejandra Rigo, Diplomada en Psicología Positiva, Matrícula 995.
Temple Centro Médico, Vistalba.
Se ha encontrado, que las emociones que experimentamos son sustancias químicas naturales que nuestros cuerpos producen.
Estas moléculas forman una red de información dinámica en la que todo afecta a todo: mientras que antes creíamos que las emociones sólo nos afectaban psicológicamente, la Dra. Pert demostró que también nos afectan físicamente tanto a nivel individual como colectivo.
Cuanto más nos ejercitamos en incorporar emociones expansivas, más estamos preparando el terreno para que nuestro cuerpo cree los circuitos asociados con esas emociones. Cuanto más nos sumimos en emociones nocivas, más fijamos los circuitos asociados con las moléculas tóxicas (como sería el caso del famoso cortisol, la hormona del estrés más destacada).
Veamos un ejemplo:
1 Cuando sentimos gratitud liberamos sus moléculas asociadas, opioides placenteros.
2 Nos sentimos bien, y esta emoción positiva fortalece los circuitos biológicos de la gratificación.
3 Las células desarrollan más receptores afines a la gratitud, y le piden a nuestro organismo que envíe más“moléculas de gratitud”.
Esto nos predispone a reproducir más comportamientos y actitudes interiores que generan gratitud, con lo que más opioides naturales son liberados.
Se trata de un circuito de retroalimentación positiva: cuanta más gratitud sentimos, más estamos preparando a nuestra biología para ayudarnos a incorporar esta virtud en nuestra vida.
Si adoptamos una actitud derrotista y victimista, agilizaremos esa autoabsorción ansiosa en la que constantemente nos preocupamos por el futuro o nos reprochamos por experiencias pasadas, y prepararemos el terreno para la activación de una respuesta de amenaza en nuestro sistema nervioso, que libera moléculas poco ventajosas para la salud de nuestro organismo. A esto desde la Psicología Positiva se le llama “MENTE DE MONO”.
Si, por el contrario, permanecemos en una actitud resiliente en la que somos capaces de sobreponernos a nuestros sentimientos de frustración y tolerar el estrés y la incertidumbre, favoreceremos la activación de mecanismos biológicos que liberan moléculas más propicias para nuestra salud, nuestro bienestar y nuestro equilibrio mente-cuerpo.
Se ha demostrado que realizar un diario de gratitud durante 21 días modifica circuitos neuronales y cambia el estado de ánimo.
¿Qué puedo hacer?
- Fortalecer el“músculo” del observador: Cuanto más cambiamos el foco de nuestra atención, más perdemos la habilidad de enfocarnos. Es como un músculo que se vuelve flojo.
- Mantener este músculo vigoroso es quizás el paso más importante en el camino de transformación mente-cuerpo: sin la capacidad de enfocar intencionalmente nuestra atención, el mono de nuestra mente salta de pensamiento en pensamiento, nos distrae, nos agobia y entorpece nuestro bienestar mente-cuerpo.
- Afortunadamente, fortalecer nuestra atención es cuestión de práctica. Unos minutos al día bastan para vigorizar la más importante de nuestras virtudes humanas. Y una vez creado el hábito, además de beneficioso, resulta
muy placentero.
Para consultas, comunicarse a rigomarialejandra@gmail.com o al 261 536-4412