El abogado de Andrés Di Césare, sospechado de matar a su novia, asegura que el día del asesinato su defendido estaba en Tupungato.
Tres testigos que sostienen que el día que mataron a Julieta González (21) Andrés Di Cesare (24) estaba haciendo una travesía turística en Tupungato y ocho fotos certifican la jornada, son las nuevas pruebas que ya son parte del expediente del femicidio.
El viernes pasado, el juez Gonzalo Guiñazú resolvió que la investigación del femicidio de la joven maipucina, desaparecida el 21 de setiembre de 2016, no debe cerrarse y, por el contrario, la fiscal de Homicidios Claudia Ríos debe sumar nuevos elementos a la causa.
Ante este panorama, Fernando Lúquez, defensor del joven imputado, ha logrado incluir en el expediente el testimonio de tres personas y la inclusión de material fotográfico con el cual se pretende dar una versión diferente a la que se maneja en la fiscalía de Homicidios.
«Según la necropsia y todos los peritos, incluso los del Cuerpo Médico Forense, Julieta González murió el 25 de setiembre. Esa es una prueba científica. A Di Césare lo acusan de haberla matado pero él ese día estaba en Tupungato», explicó ayer a Los Andes el defensor.
Luego, Lúquez indicó que el lunes declaró ante la fiscal Ríos el empresario del transporte y padre del joven acusado, una de las tres personas que dice haber estado con el acusado en Tupungato.
«El padre declaró que ese día estuvieron realizando una travesía en bicicleta y en camioneta por Tupungato», sostuvo el letrado.
Según Lúquez, el empresario del transporte dio detalles sobre esa jornada, horarios, con quiénes estuvieron, los paseos que hicieron en bicicleta y en camioneta, por distintos parajes del Valle de Uco.
Ayer el fiscal Ríos le tomó declaración a otras dos personas que participaron del paseo por Tupungato junto al imputado y a su padre. Estas dos personas ratificaron la versión del padre.
Dos versiones contrapuestas
Después de esa pelea, que se desarrolló dentro del auto de Di Césare, el joven la dejó a pocas cuadras de su casa. Desde ese momento -dijo- no la volvió a ver.
Pero la versión de los investigadores es muy distinta: Di Césare habría asesinado a Julieta y luego habría abandonado el cuerpo, que fue encontrado recién el 27 de setiembre, atado de pies y manos en una ripiera cercana al penal Almafuerte en Cacheuta, Luján.
Esta versión se sostiene con dos pruebas de peso: a) las manchas de sangre encontradas en el Ford Fiesta del joven y que, tras ser analizadas, se determinó eran de la víctima, y b) los restos de piel encontrados bajo las uñas de Di Césare, que, tras un análisis de ADN, se determinó correspondían a Julieta.
Fuente: Los Andes