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Como prevenir el “ACV” y los infartos

Consejo de Salud de Temple Centro Médico, Vistalba.

En las enfermedades cardíacas, y en los accidentes cerebrovasculares (A.C.V.), como dice el viejo refrán “es mejor prevenir  que curar”. ¿Porque decimos esto? Pues evitamos no solo la enfermedad, sino también a las consecuencias de la misma, que nos llevan a una mala calidad de vida.

Para entender como prevenir estas enfermedades es necesario entender que es la ateroesclerosis. Consiste en el depósito progresivo de material graso en el interior de las arterias, y la consiguiente obstrucción de las mismas. Esto puede ocurrir en cualquiera de las arterias del cuerpo, y  afectar a distintos órganos, y no sólo al corazón y cerebro. El órgano afectado no reciba sangre, las células mueren, y a esto se le llama “infarto”. Este infarto varía en tamaño, y obviamente a mayor tamaño mayor secuela. También es importante aclarar que la ateroesclerosis produce una mayor fragilidad de la pared de los vasos arteriales, y por lo tanto pueden romperse con más facilidad.

Por todo lo expresado, prevenir sería combatir la ateroesclerosis.

¿Cuales son los factores de riesgo cardiovascular que  contribuyen a la ateroesclerosis?

Los principales son: hipertensión arterial, tabaquismo, alteración de la concentración de grasas en la sangre (dislipidemia), diabetes, obesidad, stress, y falta de actividad física (sedentarismo).

Al  evitar cada uno de  estos factores, ó si los tratamos adecuadamente podemos prevenir ó retrasar en la mayoría de los casos las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.

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Algunos consejos prácticos que recomendados:

Hipertensión arterial: el dolor de cabeza muchas veces presente, nos lleva a controlarnos la presión arterial. Sin embargo, la mayoría de las veces no tenemos síntomas, y la presión puede ser muy alta. Entonces independientemente de los síntomas, controle su presión arterial periódica-mente, y lo habitual es que varíe mucho, pero lo normal es que esté por debajo de 140/90 (óptimo 120/80). Estos controles deben ser más frecuentes  por encima de los 40 años, y especialmente cuando hay familiares directos con hipertensión arterial.

Tabaquismo: si fuma, piense con convicción en eliminar este hábito.  Consulte con su médico algunas estrategias que le ayudarán a conseguir este objetivo. No sólo contribuye a la aterosclerosis, sino también a diferentes tipos de cáncer, y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Dislipidemia: el consumo de alimentos grasos como los fiambres, lácteos enteros, carnes en general, fritos, etc. favorecen el aumento del colesterol en sangre, y la aterosclerosis. Sin embargo, hay muchos pacientes con alteraciones genéticas, que a pesar de comer adecuadamente, pueden tener colesterol alto porque no es bien procesado en el cuerpo. Lo ideal es una alimentación en base a verduras, frutas, cereales, lácteos descremados y pescado. Su médico aconsejará cuando es necesario tomar medicamentos para bajar el colesterol.

Diabetes: la detección de diabetes se realiza con análisis de laboratorio anuales, especialmente en personas con familiares diabéticos, y su prevención muchas veces puede lograrse con adecuada a-limentación, evitar el sobrepeso y realizar actividad física.

Obesidad:   el exceso de peso puede elevar el colesterol, causar hipertensión arterial y diabetes. Por lo tanto, cuidar este aspecto mediante una alimentación baja en calorías, y favorecer el gasto calórico con actividad física previene la ateroesclerosis.

Stress: la depresión y el mal manejo de los conflictos laborales, familiares, y de todo tipo favorece por diferentes mecanismos, varias enfermedades, y con más frecuencia las enfermedades cardiovasculares. Por ello, si notamos que la insatisfacción es casi diaria, debemos buscar con ayuda profesional, alternativas para solucionar nuestro malestar permanente.

Inactividad física: no realizar actividad física contribuye a los factores de riesgo arriba menciona-dos. Por ello, el ejercicio  es una de las formas más saludables y económicas de prevenir la aterosclerosis. Con esta simple medida, disminuimos el sobrepeso, mejoramos la  presión arterial, bajamos el stress, favorecemos el control de la diabetes, reducimos el nivel de las grasas en la sangre, fortalecemos el corazón, y prevenimos  la descalcificación de los huesos (osteoporosis). Es recomendable en forma progresiva, realizar caminatas activas de 150 a 300 minutos semanales (re-partidas en 3 a 5 sesiones). También andar en bicicleta, natación etc. Antes de iniciar un programa de actividad física, realice un control médico, análisis, y estudio de esfuerzo (ergometría).

Es importante que tome en cuenta estos factores mencionados, para prevenir la aterosclerosis, y de esta manera tendrá más posibilidades de tener una vida plena, con un corazón más sano y un cerebro en perfectas condiciones.


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