El Real Estate muestra señales de reactivación y los referentes anticipan que 2025 puede marcar un punto de inflexión, dando claras señales de mejora en el sector inmobiliario.
El mercado inmobiliario comienza a mostrar un reencendido después de años dominados por la volatilidad económica.
Desarrolladores y especialistas coinciden en que una combinación poco frecuente de factores —tasas más bajas, inflación contenida y una mayor estabilidad cambiaria— está generando un cambio de expectativas que podría convertir a 2025 en un año bisagra para el Real Estate.
Sebastián Cantero, CEO de TBSA, explicó para Diario Los Andes que el sector privado “aprendió a moverse con prudencia” durante el período de mayor incertidumbre macroeconómica.
Sin embargo, remarcó que el escenario actual abre una ventana que no era observaba desde hace tiempo.
El mensaje fue que “Hoy aparecen señales que hacía años no coincidían. No es euforia, es reconocer una oportunidad real. Cuando las variables logran estabilización, el capital se anima a moverse”.
Crédito hipotecario
Uno de los elementos más relevantes, según el empresario, es el regreso del crédito hipotecario.
“Cada crédito activa una cadena enorme que incluye construcción, servicios y materiales. Cada ladrillo mueve la economía”, afirmó.
Cantero señaló que desarrolladores vuelven a comprar tierra, constructoras planifican obras y bancos diseñan nuevas líneas de financiamiento.
En la misma línea, Pablo Barrera, team leader y gerente comercial de Alto Grande Desarrollos y M&M Propiedades, destacó que “el mercado está en una fase de reencendido basada en expectativas de estabilidad y plusvalía”.
Confianza
A su entender, el resultado electoral generó una rápida mejora en la confianza, impulsando consultas y operaciones.
“Muchos inversores interpretan que los valores actuales están en niveles históricamente bajos y podrían recomponerse en un ciclo de estabilidad”, explicó.
Para Barrera, este movimiento es observado especialmente en unidades de uno y dos ambientes en Ciudad de Buenos Aires, típicas de los momentos iniciales de reactivación.
Asimismo, consideró clave la desregulación progresiva y el acceso a financiamiento para consolidar este repunte.
Desde otra mirada, la arquitecta e ingeniera Mariana Stange, titular de Mariana Stange Real Estate, subrayó que “cuando hay calma en el dólar, aceleran las compras y también las operaciones de alquiler”.
Según su análisis, los proyectos con eficiencia energética, bienestar y sustentabilidad serán los primeros en comenzar su movimiento en este nuevo ciclo de demanda.
Aunque con matices, los referentes coinciden en que la continuidad del orden macroeconómico será determinante.
La estabilidad para proyectar, el crédito para ampliar la demanda y la capacidad del sector para adaptarse a un comprador más atento definen el horizonte inmediato.
Si estas condiciones logran su mantenimiento, el Real Estate podría atravesar en 2025 un punto de inflexión decisivo, con impacto directo en inversión, producción y empleo.
